Bruxismo y problemas de salud

El bruxismo es un trastorno parafuncional que consiste en rechinar o apretar los dientes.

Este hábito de apretar, frotar o rechinar los dientes se realiza principalmente durante el sueño mientras usted esta dormido aunque muchas veces se puede presentar durante el día.

El desgaste de los dientes, molestias o sensación de cansancio en la cara, cabeza y cervicales  son algunos de los síntomas más comunes del bruxismo.

De hecho es bastante frecuente encontrar pacientes que no saben o no son conscientes que sufren de bruxismo hasta les enseñamos y les explicamos ya algunas de las consecuencias como dientes desgastados, dolores en la articulación tempromandibular o sensación de cara cansada.

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Independientemente de la causa, en odontología disponemos de la férula de descarga para tratar de reducir el impacto y sus consecuencias en los dientes y cavidad oral.

Síntomas del bruxismo dental

En la mayoría de los casos se atribuye la causa del bruxismo a un cúmulo de estrés, o sea, que tiene causas tensionales. Muchas veces la persona que lo padece no se da cuenta de que tiene este problema y si no se trata puede llegar a destruir completamente los dientes por el desgaste como también producir lesiones en la mandíbula.

La cafeína, el alcohol, el tabaquismo y los factores del sueño también influyen en la práctica de este mal hábito.

El dolor muscular es sin lugar a dudas el síntoma más frecuente de los pacientes que padecen algún tipo de trastorno de los músculos masticatorios. Normalmente puede ir desde una ligera sensibilidad al tacto hasta molestias más extremas.

La mialgia es el dolor que se origina en el tejido muscular y en muchas ocasiones es debida a un aumento de la actividad muscular.

La intensidad de la mialgia está directamente relacionada con la función que realiza el músculo afectado. Por este motivo el paciente nos cuenta que el dolor afecta a su actividad funcional.

Normalmente le duele mientras está masticando o hablando, pero la verdadera causa no son estas actividades funcionales, sino que se encuentra en el sistema nervioso central. De esta manera el tratamiento debe ir dirigido a tratar estas anomalías.

Se clasifica como bruxismo primario cuando no hay causa evidente. Y en secundario cuando está asociado a un trastorno clínico neurológico, medicamentos o cafeína en dosis altas.

La teoría del estrés es la más aceptada puesto que hay pacientes que han notado su aparición unido a episodios estresantes en sus vidas. En este caso se aconsejan terapias relajantes como el yoga o simplemente la realización de actividades que relajen como vacaciones, un hobby o ejercicio en general al aire libre.

Se puede tratar de controlar si uno se da cuenta de los momentos de mayor actividad bruxista y tratando de colocar mensajes  recordatorios escritos en los lugares donde frecuentemente siente que aprieta los dientes (por ejemplo en el coche mientras conduce, en el gimnasio si levanta pesos, o en el ordenador mientras trabaja) para tratar de recordar cada vez que los vea, de mantener los labios cerrados y los dientes separados.

Disfunción de la ATM (Articulación Tempero Mandibular)

La disfunción es otro síntoma clínico frecuente. Normalmente el dentista observa una disminución en la amplitud del movimiento mandibular. Esto se debe a que como el paciente presenta mucho dolor, para dejar de sufrir limita los movimientos a una amplitud en la que no aumente el nivel de dolor. Esto se manifiesta clínicamente en una incapacidad para abrir la boca de manera normal.

Otro tipo de disfunción es la maloclusión aguda, la cual se origina debido a cualquier cambio súbito en la posición oclusal que haya sido creado por un trastorno. Puede deberse a un cambio brusco de la longitud en reposo de un músculo que controle la posición mandibular. Cuando sucede esto, el paciente le explica al dentista que nota un cambio en la oclusión de sus dientes. El tratamiento de la maloclusión aguda se dirige a eliminar el trastorno muscular, y nunca a corregir la maloclusión dental.

¿Cómo se trata?

El tratamiento de este tipo de patología requiere de un equipo multidisciplinar formado por médicos, odontólogos, fisioterapeutas, psicólogos, etc.

En caso necesario, el especialista en Dolor Orofacial podrá prescribir fármacos, recomendar tratamientos de fisioterapia, realizar procedimientos para disminuir el dolor de los pacientes así como una importante labor de educación tanto a pacientes como familiares, acerca de esta patología.

Férula de descarga

Es un protector de resina acrílica rígida transparente en forma de herradura que se coloca en los dientes superiores o inferiores. Cubre aproximadamente un tercio de los dientes por la cara anterior y casi toda la cara posterior.

El objetivo de la férula de descarga es el de producir relajación muscular mediante unos contactos determinados entre los dientes.

La férula de descarga desde los primeros días elimina el dolor de la mandíbula, cabeza y/o oídos, así como otras molestias que puedan haber aparecido debidas al desgaste de la musculatura de la mandíbula.

La férula de descarga trata el síntoma, pero no la causa; tiene la función de evitar el contacto brusco entre las estructuras dentales, desprogramando la articulación para un ajuste de la oclusión reduciendo la afectación de los músculos masticatorios (miorelajante) y otras dolencias.

Según la Sociedad Española de Disfunción Craneomandibular al distribuir los contactos uniformemente sobre la férula de descarga, la fuerza pasará a los tejidos de soporte de manera más equilibrada y se reducirá el impacto de las fuerzas sobre los dientes y la articulación temporomandibular, permitiendo que el paciente ya no se despierte con la sensación de cara cansada, dolores en la articulación, cabeza y cervicales.

En caso de que conteste afirmativamente a una de las siguientes preguntas puede que usted padezca de disfunción craneomandibular.

Cuestionario para la detección de trastornos temporomandibulares

• ¿Tiene ud. Dificultades para abrir la boca?

• ¿Nota ruidos en las articulaciones de su mandíbula?

• ¿Su mandíbula se queda alguna vez encajada, bloqueada o dislocada?

• ¿Tiene dolor en las mejillas o alrededor de los oídos?

• ¿Tiene dolor al masticar, bostezar o abrir ampliamente la boca?

• ¿Siente que su forma de morder es incómoda o ha cambiado últimamente?

• ¿Ha sufrido algún traumatismo en la mandíbula, en la cabeza o en el cuello?

• ¿Ha tenido alguna vez artritis?

• ¿Ha sido tratado antes por patología temporomandibular?

links de interés

http://www.nidcr.nih.gov/oralhealth/Topics/TMJ/ATM.htm

http://sedcydo.com/pacientes/