Evidencias científicas han demostrado la asociación entre tabaco y enfermedad periodontal. Fumar es un factor de riesgo de la periodontitis. Hay un efecto directo entre la cantidad consumida por los pacientes fumadores y la severidad de la periodontitis.
Tabaco y enfermedad periodontal
Existe una fuerte asociación con la enfermedad periodontal. También se esta directamente relacionado la cantidad que se fuma con y la severidad de la periodontitis.
1 El consumo de tabaco presenta profundos efectos negativos sobre la severidad de la enfermedad periodontal, prevalencia, incidencia y progresión.
2 Fumar tiene efectos negativos en todas las formas de tratamiento periodontal con peor pronóstico a corto y largo plazo.
3 El fumar y el alcohol supone efectos negativos en la salud y bien estar de los usuarios, sociedad y práctica clínica confiriendo un estilo de vida negativo.
4 Los programas para deshabituación del tabaco son una obligación profesional, moral y de importancia clínica. Dedicar de 3-5 minutos a integrar este servicio en nuestra clínica dental puede ser un método de salvar vidas así como de promover salud periodontal y mejor pronóstico para nuestros tratamientos.
Existen datos que sugieren que causa defectos en la función de los neutrófilos, empeora las respuestas de los anticuerpos del suero a los patógenos periodontales y tiene la posibilidad de disminuir la función de los fibroblastos gingivales.
El dejar de fumar es necesario para mantener la salud de las encías y evitar la progresión de la periodontitis que puede llevar a la pérdida de todos los dientes de la boca.La periodontitis es menos prevalente y menos severa en ex fumadores que en fumadores actuales, lo cual indica que el dejar de fumar es beneficioso.
Fumar ejerce tanto efectos sistémicos como locales en periodontitis y tiene una influencia directa en la respuesta al tratamiento de la enfermedad periodontal.
Hay importantes relaciones entre el tabaco y periodontitis, la pérdida de hueso alveolar, la pérdida dentaria y la prevalencia y severidad de la enfermedad periodontal.
Los fumadores con periodontitis tienen menos sangrado gingival y menos inflamación que los no fumadores.
Su humo contiene sustancias citotóxicas y vasoactivas incluyendo la nicotina que pueden mediar en los efectos locales.
Los efectos sistémicos incluyen la inhibición de la función de los neutrófilos orales y de la circulación periférica, una producción reducida de anticuerpos, y una alteración de los ratios de las subpoblaciones de células T inmunoreguladoras de la circulación periférica.
Además, se sabe que el fumar está asociado con una reducción en el contenido mineral óseo esquelético.
Periodontitis en fumadores
En la clínica dental es frecuente observar características clínicas típicas de la periodontitis en fumadores.
En fumadores se observa frecuentemente recesión gingival en especial alrededor de los dientes anteriores superiores e inferiores.
Cuando la recesión aparece en espacios interproximales ello ocurre en donde existen troneras gingivales estrechas o comprimidas.
La periodontitis asociada al tabaco debe considerarse como una categoría de enfermedad independiente dada la apariencia clínica específica y el comportamiento de los tejidos de estos pacientes.
Soy fumador. ¿Puedo llevar implantes dentales?
El hábito tabáquico compromete el éxito del tratamiento de implantes dentales. La vascularidad en pacientes fumadores esta disminuida. Para la correcta integración ósea se necesita sangre que es la que transporta las células necesarias para que se produzca este proceso de forma favorable. A mayor consumo mayor riesgo de fracaso.
Fumar provoca un mayor riesgo de cancer oral, enfermedad periodontal y otras lesiones orales, según el Consejo General de Colegios de Dentistas, las Faculdades de odontologia y organismos educativos deberían incluir asignaturas relacionadas con el tabaco como parte natural de los estudios odontológicos.
Efectos del tabaco sobre la cicatrización
En tratamiento no quirúrgico, el tabaquismo determina que la reducción de la profundidad de bolsa y la ganancia de inserción clínica sean menores. Esto tiene un valor medio de 0,5 mm. Puede deberse a la poca retracción de los tejidos marginales en fumadores, donde es menor el edema y mayor la fibrosis. Los fumadores suelen tener poco sangrado al comienzo del tratamiento y después de éste el índice de sangrado disminuye en igual grado que en no fumadores.
Los mismos factores podrían afectar a tejidos más profundos del periodonto, donde hay menos infiltrado inflamatorio y disminuye la irrigación en lo profundo de la bolsa.
La escasa respuesta en los fumadores al tratamiento dental no quirúrgico también sería aplicable a los pacientes tratados con antibiótico adyuvantes.
La respuesta al tratamiento quirúrgico es más compleja y conlleva una reacción inflamatoria inicial seguida por la organización del coágulo y formación de tejido. De granulación con capilares y fibroblastos que depositan colágeno. Los colgajos tiene que revascularizarse y la adhesión epitelial debe volver a formarse en la superficie.
En cirugía regenerativa también hay formación de inserciones de tejido conjuntivo y cementogénesis. El humo del tabaco y la nicotina afectan la microirrigación, los fibroblastos y la matriz del tejido conjuntivo, el hueso y la superficie radicular.
En estudios se demostró que la nicotina disminuye la proliferación de fibroblastos, reduce la migración y producción de matriz y entorpece la fijación a las superficies de las células.
La superficie radicular está contaminada por sustancias del tabaco como nicotina, cotinina, acroleína y acetaldehído y puede afectarse la adhesión celular. El hábito de fumar afecta directamente al hueso y es un factor de osteoporosis. Se ha sugerido que podría provocar pérdida ósea en periodontitis, y demora la consolidación del hueso en la reparación de heridas por fractura.